martes, 30 de noviembre de 2010

Extensión desértica

Quiero llorar hasta que se me caigan los ojos...
hasta que mis conductos lagrimales  se sequen en desiertos de kilómetros de tristeza.
Hacer de cada grano de arena un recuerdo tuyo...extenderte.
Llenando la piscina de lágrimas me convertí en mariposa flotante.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Orgásmo lunar

Aquello era lo primero que me venía a la mente  en el mismo instante del parpadeo matutino que nos permite conectar de nuevo con la realidad. La simple evocación mental me provocaba una especie de placebo, nunca comparado con el placentero descenlace.
Obsesionada y loca me ví a mí misma dentro de un remolino de sensaciones complacientes. Jugar a las escondidas, buscar el roce o el instante y promover la discreción en su más puro y animal significado.
Al hacerlos saciaba mis ansias, mi loco anhelo de llenarme a mí misma sin elementos ajenos a mi individualidad.
La piel de gallina y un leve soplo de pupilas dilatadas.
Una lágrima que inunda mis ojos...en los ojos de estas ganas mojadas.
Mirarme las manos y encontrar suciedad en mis uñas, vestigios del orgásmo fugaz. Saciar, llenar, explotar...subir para luego bajar.
Pobre lunar, si yo le pudierá explicar el placer de rascar, de rascarlo hasta arrancarlo, de hacer costra y verlo sangrar.