viernes, 17 de agosto de 2012

La muda.


Hoy como todos los días, ella se da cuenta de lo poco que se cuida, de lo poco que se escucha, de lo poco que se mira…
Siempre sentadita esperando que algo cambie, mientras hace nudos infinitos con su falda.
Prisionera de la idiosincrasia, repetitiva como el ajo y políticamente egoísta, decide jalar el gatillo de sus pensamientos sin saber a cual de ellos matar primero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario